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BANDIDOS RURALES
                          


A mediados de la segunda mitad del siglo XIX, el código rural de la provincia de Buenos Aires transcribe textualmente disposiciones de sometimiento casi feudales para la población nativa. Se condenaba lo que denominaban "vagancia" y se obligaba a los pobladores sin recursos a solicitar autorización a las autoridades, hasta para transitar por la campaña. Aquel paisano que no portara su "libreta de conchabo" era considerado malentretenido y perseguido tenazmente por la partida. Estas disposiciones adquieren mayor y mejor control sobre los "vagos" al intensificarse la producción agropecuaria en las dilatadas llanuras recién conquistadas al indio.

Testimonios de esa época, aluden a la existencia de cientos de gauchos que son desplazados "por el progreso" a sitios marginales. Obviamente, esos sitios se corresponden, en gran medida, a los recientemente creados territorios nacionales. Estas "zonas de frontera" por excelencia, a juzgar por las características de su incipiente poblamiento, la carencia casi total de alambrados aún y una tibia presencia policial, unida, a aquella famosa ley de permiso de portación de armas, permitieron, seguramente, la libre expresión del gaucho en su original estado.

El territorio de La Pampa, con semejantes condiciones de libertad, ciertamente ejerció poderosa atracción a todo tipo de aventureros, al bandidaje en general, a personajes de leyenda y tumultuoso pasado de "gaucho malo", como el caso de Vairoleto, entre otros.

Ver relatos:

- Juan Bautista Vairoleto - La Pampa
- Segundo David Peralta, "Mate Cosido"
- Isidro y Claudio Velázquez, "Los vengadores" - Chaco
- Vicente Gauna, "Los vengadores"
- Felipe Pascual Pacheco, "El Tigre de Quequén"
- Jose Font, "Facón Grande", Entrerriano en la Patagonia
- Antonio "Curuzú" Gil, "El gauchito Gil" - Corrientes
- Olegario Alvarez, "El gaucho Lega"

Vairoleto, "El protector de los pobres"



Segundo David Peralta, "Mate Cosido"



Isidro Velázquez, "los vengadores"



Claudio Velázquez, "los vengadores"



BANDIDOS RURALES
(León Gieco)

"Bandidos rurales dificil de atraparles,
jinetes rebeldes por vientos salvajes...
igual que alambrar estrellas en tierra de nadie"


Nacido en Santa Fe en 1894,
cerca de Cañada, de inmigrantes italianos
Juan Bautista lo llamaron, de apellido Bairoletto
Bailarín sagaz, desafiante y mujeriego
Winchester en el recado, dos armas cortas también,
un cuchillo atrás y un caballo alazán
Raya al medio con pañuelo, tatuaje en la piel,
quedó fuera de la ley, quedó fuera de la ley

Se enamoró de una mujer que pretendía un policía
lo golpeó, lo puso preso un tal Farach Elías
Andate de Castex le dijo, aquí tenemos leyes
Corría el año 1919
Antes de irse, fue al boliche a verlo al fulano
Con un 450 belga, revólver en mano
Le agujereó el cuello y lo dejo tirado ahí
Ahora sí fuera de la ley, ahora sí fuera de la ley

Bandidos rurales, difícil de atraparles
Jinetes rebeldes por vientos salvajes
Bandidos populares, difícil de atraparles
Igual que alambrar estrellas en tierra de nadie

Por el mismo tiempo hubo otro bandolero
Por hurtos y vagancia, 19 veces preso
Al penal de Resistencia lo extradita el Paraguay
Allí conoce a Zamacola y Rossi por el 26
1897 en Monteros, Tucumán,
el día 3 de marzo lo dan por bien nacido
Segundo David Peralta, alias Mate Cocido,
también fuera de la ley, también fuera de la ley

Entre Campo Largo y Pampa del Infierno
el pagador de Bunge y Born le da 6000 por no ser muerto
Gran asalto al tren del Chaco, monte de Saenz Peña,
Anderson y Clayton firma algodonera
45.000 a Dreyfus le sacaron sin violencia
El gerente Ward de Quebrachales 13.000 le entrega
Secuestro a Negroni, Garbarini y Berzon
Resistió fuera de la ley, resistió fuera de la ley

Bandidos rurales, difícil de atraparles
Jinetes rebeldes por vientos salvajes
Bandidos populares, difícil de atraparles
Igual que alambrar estrellas en tierra de nadie

Bairoletto cae en Colonia San Pedro de Atuel,
el ultimo balazo se lo pega él
El Ñato Vicente Gascón, gallego de 62,
con su vida en Pico pagó aquella traición
Sol, arena y soledad, cementerio de Alvear,
en su tumba hay flores, velas y placas de metal
El ultimo romántico lo llora Telma, su mujer,
muere fuera de la ley, muere fuera de la ley

No sabrán de mí, no entregaré mi cuerpo herido,
Quitilipi, Machagay, ¿donde está Mate Cocido?
Corría el 36 y lo quieren vivo o muerto
2.000 de recompensa, se callan los hacheros
Logró romper el cerco de un tal Cáceres torturador
de Gendarmería que tenía información
Herminia y Ramona dudan que lo hayan matado
a éste fuera de la ley, a éste fuera de la ley

Bandidos rurales, difícil de atraparles
Jinetes rebeldes por vientos salvajes
Bandidos populares, difícil de atraparles
Igual que alambrar estrellas en tierra de nadie

En un lugar neutral, creo que por Buenos Aires,
se conocen dos hermanos de este barro, de esta sangre,
y dejan un pedazo del pasado aquí sellado
y deciden golpear al que se roba el quebrachal
Por eso las dos bandas cerquita de Cote Lai
mataron a un tal Mieres, mayordomo de La Forestal
Se rompió el silencio en balas, robo que no pudo ser
Dos fuera de la ley, dos fuera de la ley

Martina Chapanai, bandolera de San Juan,
Juan Cuello, Juan Moreira, Gato Moro y Brunel,
El Tigre de Quequén, Guayama el Manco Frías,
Barrientos y Velázquez, Cardoso y Cubillas,
Gaucho Gil, José Dolores, Gaucho Lega y Alarcón,
bandidos populares de leyenda y corazón
Queridos por anarcos, pobres y pupilas de burdel
Todos fuera de la ley, todos fuera de la ley

Bandidos rurales, difícil de atraparles
Jinetes rebeldes por vientos salvajes
Bandidos populares, difícil de atraparles
Igual que alambrar estrellas en tierra de nadie

                          


Fuente: www.lagazeta.com.ar

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