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BRASIL
Brasil (1573).
Al Oeste, línea de Tordesillas.
El Grito de Ipiranga
La República Federativa del Brasil conmemora el 07-09-08 los 186 años del "Grito de Ipiranga", dado por el entonces príncipe regente brasilero Pedro, hijo de don Joao VI, rey de Portugal y Brasil, tal su denominación. Pero el "Grito de Ipiranga", a partir del cual se inicia la cuenta de la independencia del gigante suramericano poco, o más bien nada, tuvo que ver con los nacimientos de los múltiples estados en los que se fraccionó el aún más vasto imperio colonial español en el continente americano.
Fue un proceso donde lo traumático estuvo aportado por la nobleza lusitana que no había entendido que el Brasil, a esa altura de las circunstancias, ya era más importante que la metrópoli portuguesa. Fue la vieja clase dominante ibérica la que, de hecho, forzó la separación de su enorme territorio allende el atlántico al querer relegarlo nuevamente a una situación colonial. Brasil, el 7 de septiembre de 1822 ya no era una colonia sino una parte constitutiva, y la más importante, del reino de Portugal y Brasil.
Desde la llegada a Punta Gruesa (Bahía) de Vicente Yáñez Pinzón el 26 de enero de 1500 y la casi inmediata de Pedro Alvarez Cabral el 22 de abril de ese mismo año a Monte Pascoal (Bahía) el desarrollo brasilero se diferenció claramente en su desarrollo colonial de la futura América de habla castellana. Con una aparición tardía del oro, la corona de la familia Braganza, gobernante en la metrópoli, no vio en su colonia un centro de saqueo de metales sino de producción agrícola.
La colonización portuguesa iniciada con la fundación de Salvador (Bahía), en 1549 se inició, entonces, un claro proceso diferenciado. Un proceso enfocado en la economía de plantación basada en el azúcar y que hoy, a 460 años, se reproduce con el alcohol. Cabe consignar que el primer alcalde de Salvador fue Diogo Moniz Barreto, antepasado directo de la familia argentina Muñiz Barreto y del importante historiador brasilero contemporáneo Luiz Alberto de Vianna Moniz Bandeira, barón de Säo Marcos.
Es casi desconocido que medio siglo después, hacia el 1600, producto de la fuga de esclavos negros de las plantaciones se constituyó, en el actual territorio de Alagoas, el primer estado independiente de América, la "República de los Palmares", que sobrevivió hasta la muerte de su máximo líder, Zumbí dos Palmares, el 20 de noviembre de 1695 tras haber batido en muchas batallas tanto a tropas portuguesas como rechazado invasiones de los Países Bajos. Hoy el 20 de noviembre es el "Día de la Conciencia Negra".
Brasil (1823).
(Nótese la anexión de la proincia "Cisplantina"
y los limites de las Misiones Orientales)
El palo brasil, el azúcar, el cacao, el café y la minería de oro y piedras preciosas fueron los sucesivos pasos del desarrollo de la economía brasilera, la que a la hora de la separación, más precisamente que independencia, ya representaba dos tercios del total de la producción colonial y había sido, como lo señalara recientemente el senador trabalhista Cristovam Buarque, un factor importante para la financiación de la Revolución Industrial británica en el Siglo XVIII.
En 1703 Portugal e Inglaterra firmaron el Tratado de Methuen. Una superproducción de vino en Portugal hizo que los ingleses adquiriesen excedentes a cambio de la apertura comercial de sus colonias por parte de los lusitanos. Es que, en 1695, mientras en el norte se derrumbaba la República de los Palmares, en Minas Gerais los bandeirantes descubrieron oro. Se inició así el ciclo con el cual los garimpeiros (buscadores) aportaron toneladas de ese metal precioso que terminaba en Gran Bretaña.
Allá por 1789 un militar que oficiaba de sacamuelas en el ejército, de ahí su apodo de Tiradentes, inició un movimiento independentista que fue abortado por la corona antes de que estallase. José Joaquim da Silva Xavier, tal el verdadero nombre de este proto odontólogo, fue ejecutado en 1792 y hoy es reconocido como el gran patriota del Brasil independiente. También él había sido un emergente del ciclo del oro que dio un gran empuje al Brasil en la segunda mitad del Siglo XVIII.
Y mientras Tiradentes soñaba con la independencia brasilera, en ese mismo año, se produjo la Toma de la Bastilla y el inicio formal de la Revolución Francesa. Unos 18 años después Napoleón Bonaparte, ya coronado emperador como Napoleón I, amenazó invadir Portugal con una invasión de no romper sus acuerdos con los británicos. Estos, a su vez, "recomendaron" a la reina María I que se trasladase a Río de Janeiro, capital del Brasil, si no quería verse despojado por ellos de sus colonias.
Así doña María se traslado acompañada por 15.000 portugueses, comenzado por toda su corte y se instaló a reinar desde el Brasil. Pasaron varios años y Napoleón fue derrotado, pero la monarca optó por seguir reinando desde Río de Janeiro. El nombre oficial del reino fue cambiado por el de Brasil y Portugal. El territorio suramericano de la corona ya no era una colonia sino parte constitutiva del país y de hecho era el eje de la nación luso hablante como que allí vivía el rey Joao VI tras la muerte de María I.
Brasil (1943).
con los territorios anexados
luego de la Guerra del Paraguay.
Este fue un tema clave para la separación. Pasaron los años y Napoleón había sido derrotado en los campos belgas de Waterloo en junio de 1815, pero don Joao seguía reinando desde Río de Janeiro y no soñaba con volver a su tierra de origen. Así comenzó la verdadera separación de Brasil y Portugal cuando en 1820 los poderosos de Lisboa y Oporto protagonizaron hechos que hicieron temer al monarca la pérdida de su territorio europeo y así regresó a Portugal en abril de 1820.
Pero Joao VI no aceptó reducir al Brasil al estatuto del coloniaje. Nombró a su hijo Pedro como regente y como jefe de gabinete a José Bonifacio Andrada e Silva. Así fue que éste en 1821 convocó, pacíficamente, a una asamblea constituyente queresolvió la cuestión eligiendo al regente como rey del nuevo Brasil separado como Pedro I, mientras Andrada e Silva mantuvo la conducción del gobierno y fue incorporando a cada vez más brasileros nativos.
En el ínterin la nobleza portuguesa había avanzado en reducir al Brasil otra vez a colonia y decidió enviar tropas. Fue entonces cuando Andrada e Silva, aconsejó al futuro don Pedro I, casado con la princesa austríaca Leopoldina, y se convocó a unas elecciones acotadas de la que surgió la Asamblea y el futuro gobierno constitucional. En ese marco fue que el ahora designado monarca, el 7 de septiembre de 1822 lazó el famoso "Grito de Ipiranga", a orillas del río homónimo, de "Independencia o muerte".
Por entonces Pedro I tenía 24 años. La historia no lo presenta con un prohombre y enfatiza más en la figura de su hijo y sucesor, Pedro II. Reinó hasta 1831 y regresó a Portugal. Sin embargo no sólo facilitó la salida para la crisis planteada a la familia Braganza a ambos lados del Océano Atlántico sino que invirtió la hegemonía en el mundo de habla lusa, ya que desde entonces Brasil pasó a ser el eje del mismo. Su primer reconocimiento lo había tenido del gobierno de los Estados Unidos de América en 1824.
En 1826 había muerto Joao VI dejando una confusa situación, ya que legó la corona a su "legítimo sucesor", sin decir quién era. Pedro I abdicó a favor de su hija de seis años, la niña María de Gloria, pero su hermano Miguel se apoderó del trono de la sobrina anulando la constitución liberal. Desde el Brasil Pedro I planeó el restablecimiento de María de Gloria y de la Constitución y así, al abdicar en 1831, se instaló con sus brasileros en las islas Azores y desde allí ocupó Portugal y, por primera vez, una americana reinó en Europa y el Brasil se constituyó en interlocutor de las viejas potencias.
Brasil también tuvo, por esas mismas razones, la suerte de no haber tenido fracturas territoriales. No perdíó como la Argentina los territorios de Bolivia, el Paraguay y el Uruguay, parte del de Chile y un pedazo del actual Brasil. No se fracturó como la Gran Colombia en Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá ni como la República Centroamericana en Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, ni como México que perdió la mitad de su territorio con los Estados Unidos de América. Su único intento separatista lo sufrió allá por por la década de 1830 con la creación de la República de Río Grande do Sul, finalmente derrotada tras una década en la Guerra de los Farrapos (harapientos).
Fuentes:
- Por Fernando Del Corro (*)
- Rebanadas de Realidad
(*) Periodista, historiador, docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.
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Fuente: www.lagazeta.com.ar
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