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LOS GAUCHOS DE LA INDEPENDENCIA
(01) Bizarros campesinos a caballo.
(02) Los gauchos
(03) La crítica perversa
(04) Fuentes
(05) Artículos relacionados
Bizarros campesinos a caballo.
El Libertador San Martín tuvo un gran respeto por Martín Miguel de Güemes, y empleó el término “gaucho” en dos comunicados para referirse a valientes fuerzas patriotas, pero cuando los mensajes se publicaron en la Gaceta ministerial oficial, la élite porteña suplantó la malapabra “gaucho” por la "civilizada" expresión “bizarros campesinos a caballo” (Cfr. Pérez Amuchástegui, A. J., Mentalidades Argentinas, Eudeba, Bs. As. 1970; Rojas, Ricardo, El Santo de la Espada, Losada, Bs. As. 1950, pág. 165).
Los gauchos
“Los gauchos eran hombres del campo, bien montados y armados todos de machete o sable, fusil o rifle (carabina de caballería), de los que se servían alternativamente sobre sus caballos con sorprendente habilidad, acercándose a las tropas con tal confianza, soltura y sangre fría que admiraban a los militares europeos, que por primera vez observaban aquellos hombres extraordinarios a caballo, y cuyas excelentes disposiciones para la guerra de guerrillas y sorpresa tuvieron repetidas ocasiones de comprobar. Eran individualmente valientes, tan diestros a caballo que igualan, si no exceden, a cuanto se dice de los célebres mamelucos y de los famosos cosacos, porque una de las armas de estos enemigos consistía en su facilidad para dispersarse y volver de nuevo al ataque, manteniendo a veces desde sus caballos y otras veces echando pie a tierra y cubriéndose con ellos, un fuego semejante al de una buena infantería”
Este elogio a los gauchos pertenece nada menos que al general español García Camba, quien participó a nombre del Rey en las luchas alto peruanas. Mitre, sin embargo, opinará de Güemes “que no había dado muestras de su valor personal, que huía del peligro y que nunca conducía sus soldados al fuego manteniéndose constantemente lejos de los combates, lo que en nada disminuía su prestigio”.
La crítica perversa
Bartolomé Mitre, (a quien Urquiza llamaba “tísico” y “el farsante general”, protagonista de derrotas, “heroicas retiradas” y otras “hazañas”) critica a Güemes, y lo acusa de “mantenerse constantemente lejos de los combates”. Lo acusa de cobarde nada menos que Mitre, quien entre otras lindezas se escondió al resguardo de un bosquecillo durante la batalla de Caseros, según lo atestigua el coronel Espíndola:
“Vive en Entre Ríos un anciano coronel Espíndola, a quien en otro tiempo le oí decir que en Caseros encontró al comandante Mitre, con su batería, detrás de un monte y que habiéndole preguntado por lo que allí hacia, Mitre le contestó: Estoy economizando sangre” (Alfredo F. de Urquiza. “Campañas de Urquiza. Rectificaciones y ratificaciones históricas. Buenos Aires. 1964) (GMA. PLA.p.301)
Algo por el estilo hizo Mitre en Pehuajo y otras acciones en diversas épocas.
Fuentes:
- García Mellid, Atilio. Proceso al Liberalismo Argentino. 1964
- García Camba, Andrés. Memorias del General García Camba para la historia de las armas españolas en el Perú. Madrid, 1916.
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar
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Fuente: www.lagazeta.com.ar
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