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JOSE LARRALDE
                          



José Larralde

QUIEN ME ENSEÑÓ



Quien me enseñó a ser bruto,
Quien me enseñó, quien me enseñó,
Si en la panza de mama,
No había ni escuela ni pizarrón,
Y asigun dicen nací varón,
Porque en el pique faltaba un peón.

Quien me enseño, quien me enseñó.
Quien me enseñó a ser bruto,
Quien me enseñó, quien me enseño.

Si me críe entre doctores de reja,
y pico, pala y pastón,
Y asigúnn dicen, clave el garrón,
Porque no quise ser chicharrón.

Quien me enseño, quien me enseño,
Quien me enseñó a ser bruto,
Quien me enseñó, quien me enseñó

Lastima que no entienda,
De lengua fina pa ser señor,
Y asigún dijo un ida el patrón,
que en Inglaterra se está mejor,
me lo contó un dia el patrón.

Quien me enseñó a ser bruto,
Quien me enseñó, quien me enseñó

A ser tan revirao
Y a no aguantarle la procesión,
será por sabio que no entendió,
Que el hambre engorda solo al que hambrió,

Quien me enseño, quien me enseño.

Se que soy hueso y carne,
alma conciencia, pueblo y sudor,
Y con eso ya me alcanza,
Pa´ ser un bruto que alza la voz,
Sin más motivo que la razón,
Del que no quiere ser chicharrón,
Quien me enseño, quien me enseño,

Si en la panza de mama,
No había ni escuela ni pizarrón,
Y asigún dicen nací varón,
Porque en el pique faltaba un peón.

Quien me enseño, quien me enseño.

COMO YO LO SIENTO

No venga a tasarme el campo
con ojos de forastero
porque no es como aparenta
si no como yo lo siento.

Yo soy cardo de estos llanos
totoral de esos esteros
Ñapindá de aquellos montes
piedra mora de mis cerros
y no va a creer si le digo
que hace poco lo compriendo.

Debajo de este arbolito
suelo amarguear en silencio
si habré lavado cebaduras
pa intimar y conocerlo.

No da leña ni pa un frio
no da flor ni pa remedio,
y es un pañuelo de luto
la sombra en que me guarezco.

No tiene un pájaro amigo
pero pa mi es compañero.

Pa que mentar mi tapera, velay
velay, si se está cayendo,
la han rigoreau los agostos
de una ponchada de invierno.

La vi, la vi quedarse vacía,
la vi... la vi poblarse e recuerdos,
sólo por no abandonarme
le hace pata ancha a los vientos
y con goteras de luna,
viene a estrellar mi desvelo.

Mi canto conserva cosas
guardadas en su silencio,
que yo gane campo ajuera
que yo perdí tiempo adentro.

No venga a tasarme el campo
con ojos de forastero,
porque no es como aparenta,
si no, como yo siento.
Su cinto no tiene plata...
ni pa pagar mis recuerdos.

FOGONERA



Hace rato ando con ganas, de embadurnarme el hocico,
hace rato ando con ganas, de embadurnarme el hocico,
que no soy rico ni pobre, que no soy pobre ni rico.

No soy pobre porque vivo y con el vivir me alcanza,
no soy pobre porque vivo y con el vivir me alcanza,
no soy rico porque a veces me anda chiflando la panza.

Tengo amigos en el gobierno, tengo amigos en la zanja,
tengo amigos en el gobierno, tengo amigos en la zanja,
entre el arriba y abajo, qué grande se ha hecho la franja.

Qué grande se ha hecho la franja, entre el arriba y abajo,
qué grande se ha hecho la franja, entre el arriba y abajo,
Unos se van pal Miami y otros se van pal carajo.

Se preparan los muchachos, por si se vienen los malos,
se preparan los muchachos, por si se vienen los malos,
la constitución me ampara, a carabinaso y palo.

Que suerte el haber nacido en un país del primer mundo,
zapateando de contento arriba en lo más profundo.

Gente pobre, gente rica, cuánta gente está contenta,
gente pobre, gente rica, cuánta gente está contenta,
revolución productiva,...¿cómo que no me di cuenta?

Tengo amigos en el gobierno, tengo amigos en la zanja,
tengo amigos en el gobierno, tengo amigos en la zanja,
entre el arriba y abajo, que grande se ha hecho la franja.

Qué grande se ha hecho la franja, entre el arriba y abajo,
qué grande se ha hecho la franja, entre el arriba y abajo,
unos se van pal Miami, otros se van pal carajo.

COSAS QUE PASAN



Nadie salió a despedirme cuando me fui de la estancia,
solamente el ovejero, un perro, cosas que pasan.
El asunto, una zoncera, un simple cambio e palabras,
y el olvido de un mocoso, del que puedo ser su tata.
Y yo que no aguanto pulgas, a pesar de mi inorancia,
ya no más pedí las cuentas, sin importarme de nada.
No hubiera pasado ésto, si el padre no se marchara,
pero los patrones mueren, y después los hijos mandan.
Y hasta parece mentira, pero es cosa señalada,
que de una sangre pareja, salga la cría cambiada.
Los treinta años al servicio, pal mozo no fueron nada,
se olvidó mil cosas buenas, por una que salió mala.
Yo me había aquerenciao, nunca conocí otra casa,
que apegao a las costumbres, me hallaba en aquella estancia.
Si hasta parece mentira, mocoso sin sombra e barba,
que de guricito andaba, prendido de mis bombachas.
Por él le quité a unos teros, dos pichoncitos.
Malaya!, y otra vez, nunca había bajao un nido,
y por él gatié las ramas.

Cuando ya se hizo muchacho, yo le amansé el Malacara,
y se lo entregué de riendas, pa que él sólo lo enfrenara.
Tenía un lazo trenzao, que gané en una domada,
pal santo se lo osequié, ya que siempre lo admiraba.
Y la única vez que el patrón me pegó una levantada,
fue por cargarme las culpas, que a él le hubieran sido caras.
Zonceras, cosas del campo, la tranquera mal cerrada,
y el terneraje e plantel, que se sale de las casas,
y eso, pal finao patrón, era cosa delicada.
Y bueno, pa que acordarme de una época pasada,
me dije pa mis adentros, todo eso no vale nada.
Sin mirarnos, arreglamos, metí en el cinto la plata,
le estiré pa despedirme mi mano, pa que apretara,
y me la dejó tendida, cosa que yo no esperaba.
Porque ese mozo no sabe, si un día de hacerle falta...
Tranqueando me fui haste el catre, alcé un atao que dejara,
y me rumbié pal palenque, echándome atrás el ala,
ensillé, gané el camino, pegué la última mirada
al monte, al galpón, los bretes, el molino, las aguadas.
De arriba abrí la tranquera, eché el pañuelo a la espalda,
por costumbre, prendí un negro, talonié mi moro Pampa,
y ya me largué al galope, chiflando como si nada.
Nadie salió a despedirme cuando me fui de la estancia,
solamente el ovejero, un perro, cosas que pasan...

PA´ QUE DENTRE

Pa que dentre y sin temor a que se ofenda
y creyendo en la verdad pura y sin vueltas,
que abalanzo y atropello sin más riendas
que yo mesmo lo digo pa que aprenda.

No cualquiera tiene tripa pa ser macho
ni ser macho es un don que se lo arrienda,
tiene tripas el que canta las verdades
y se mete como potro entre la rienda.

Cuando el hombre se planta y canta fuerte
pa que sientan los sordos si es preciso,
se hacen polvo las piedras en la frente
y se enciende la sangre del sumiso.

Si del puerco sacan carne pa chorizo
y aprovechan hasta el jugo e la osamenta,
pobrecito del cristiano que ande solo
si anda escaso de coraje y experiencia.

El que tiene miedo sufre y se hace al molde
tiembla solo sin que naides le haga un gesto,
también tiembla el agalludo por ser hombre
aunque a veces le esté sobrando un resto.

De confiado, y pavote y por ser creído
y mirar pa donde no deben los pobres
me lonjearon la jeta y, aunque duela,
no me dieron ni calce pa ser hombre.

De gurí fui tratado como los perros
y aunque nunca hice caso a los rigores,
me chucearon tan fuerte los malditos
que en mi pecho ya no dentran más dolores.

Por ser bueno y confiado muere el cordero
ni un gemido lo acompaña en su agonía,
si el carnero no fuera tan cobarde
la majada sin reproches pastaría.

Si mentira es reír cuando uno ríe
y mentira es llorar cuando uno llora,
es mentira el sufrir de los que sufren
y es mentira el implorar de los que imploran.

Tuve dudas al pensar que no era cierto
era cierto y pensar que tuve dudas,
con los cuernos del buey hacen conciertos
y se enojan cuando uno va desnuda.

Por las orejas del burro se andan riendo
y que el burro me perdone por la ofensa,
cuántos ranchos calientes se verían
si del burro se copiaran los que piensan.

Y si mando esta advertencia ya sabida
no, no es por darle más bulto a la verseada,
es pa aquellos que creen que pa ser criollos
sólo basta con pulsar una encordada.

Yo no soy cantor de mentas pero canto,
canto en verso, canto en beso, canto de alma,
y si a veces digo cosas que abren llagas
que me escupan si no estoy haciendo patria.

LA PASTO VERDE
Ver historia de Cármen Funes de Campos, "La Pasto Verde"



Aguada, de los recuerdos lejanos
tapera de un dulce ayer,
tiempo de la pasto verde
zamba del coraje hecho mujer,

Brava gaucha
en los fortines sureños
bella flor del jarillal,
mil soldados te quisieron
pero la tierra te quiso más,
sobre la reja,
entre las piedras
donde duerme tu voz
mi guitarra lloró
sola este zambita por las noches
quiere darte luz,
porque le duele que digas
que el criollo neuquino te olvidó.
Quién te llamó pasto verde fresquita
tal vez tu aroma sintió,
poema de los desiertos
versos de un coplero que pasó,

Tal vez hablen
de tus años de moza
la guada, el grillo,
el zampa,
años de danza
y romance
sangre que secó
el viento al pasar.

GALPÓN DE AYER



Fiestonga de meta y ponga,
mitad candombe, y mitad milonga,
la verdulera rezonga
y el mujerío en la villalonga,
se queja porque la vieja,
les aconseja que no se expongan
al lance del paisanaje
y del chusmaje de las demás.

Un criollo que escupe al sejo
no tiene tiempo pa dar consejos,
y afirmao en una hebra,
chupa giniebra, duro y parejo.
La gorda que hace empanadas
está empacada porque su viejo,
ta dele hacerle pasadas,
a la juntada con Santillán.

Milonga brava, galpón de ayer,
olor a cuero, cuchillo fiero que tiene sed.
Pilchaje pobre, cinto pesao,
baraja y hueso y un medio rezo pa algún finao.
Milonga brava, yo fui también,
cardo y gramilla, de las orillas del tiempo aquel.

La cosecha fue pareja,
cuarenta bolsas y de las viejas,
la gente anda con guitarra,
y ahoga en la farra penas y quejas.
La giniebra da confianza,
y en la balanza ya no se pesa,
ni el asao, ni la pobreza,
ni la tristeza que se ha pasao.

Dele viento a la acordeona,
cántese un verso pa la patrona,
afloje negro no empuje,
que lo que cruje no se almidona.
La naranja en el brasero,
tapa el chiquero, con el aroma
mientras el sol en la loma,
Venao se toma lo que ha quedao.

Milonga brava, galpón de ayer,
olor a cuero, cuchillo fiero que tiene sed.
Pilchaje pobre, cinto pesao,
baraja y hueso y un medio rezo pa algún finao.
Milonga brava, yo fui también,
cardo y gramilla,
de las orillas del tiempo aquel,
del tiempo aquel,
del tiempo aquel...

ENTRERRIANO Y ARGENTINO



Ver la página de : Don José Larralde

                          


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Fuente: www.lagazeta.com.ar

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