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ROSAS Y LA LIBRE ENSEÑANZA
J.M.de Rosas. La ley y el orden
(01) Opinión del Restaurador
(02) Fuentes.
(03) Artículos relacionados.
Josefa Gómez, amiga y confidente de Juan Manuel de Rosas, exiliado en Saouthampton, mantuvo con éste asidua correspondencia.
Durante el año 1872, Josefa Gómez requiere la opinión del exiliado sobre las reformas de la enseñanzas impulsadas por Sarmiento, y al respecto Rosas le da su opinión en carta del 12 de mayo de 1872:
Tenemos bien inmediata la propuesta del Rector de la Universidad, en nuevo plande instrucción general, bajo el principio de enseñanza compulsoria y libre. Sobre esto me dice un sabio y distinguido Estadista lo siguiente, en todo lo que estamos en bien y completo acuerdo.”Compulsoria y libre. Dos palabras que se espantan de verse juntas. Hay en él algunas cosas que me gustan, ortas que me parecen objecionables”.
La enseñanza libre, la más noble de las profesiones, se convierte en arte de explotación a favor de charlatanes; de los que profesan ideas falsas, subversivas de la moral, o del orden público, y de aquellos hombres sin conciencia, que poco los importa frustrar el porvenir de la juventud, con tal que la paga ande corriente.
La enseñanza libre introducirá la anarquía en las ideas de los hombres que se forman bajo principios opuestos, o variados al infinito. El amor a la patria se extinguirá. El Gobierno constitucional regular, será imposible, porque no encontrará las bases sólidas de una mayoría suficiente para seguir un sistema en medio de la opinión pública confundida, como los idiomas en la torre de Babel.
Ahora mismo, Francia, España y los Estados Unidos están delineando el provenir. Las naciones, o vivirán constantemente agitadas, o tendrán que someterse al despotismo que quiera, y pueda, ponerlas en paz. Y será muy fácil a los ambiciosos, porque las encontrará subdivididas, sino disueltas.
(...)
Por lo que hace el método o sistema de estudios -continúa Rosas-, bien sean universitarios o particulares, hay a mi ver un vicio radical que frustra muchos talentos (pues que cada uno tiene los suyos), y es que se obliga a estudiar aquello para lo que no se nació. Debería haber un aula de exploración por el primer año, para que hombres prácticos de mucha experiencia examinasen el talento y la inclinación de cada discípulo que entrase de nuevo.
En ese año de prueba, la instrucción sería general, compuesta de los principios de varias ciencias y conocimientos superficiales, para descubrir los talentos o inclinaciones especiales, y no para formar charlatanes.
Descubierta la especialidad del talento, el joven debe4ría pasar al aula correspondiente, para hacer el estudio profundo de su vocación. Esto le ensañaría a pensar, habriéndose las puertas de la inteligencia o genio ya disciplinado, para adquirir con facilidad cuntos conocimientos necesita el hombre instruido para ser útil a su país y a sí mismo.
Recuerdo que esta era opinión de Lord Palmerston, en un discurso suyo. Por lo común los estadistas salen de esa clase de hombres del mundo. Con el sistema de educación que he descripto, no habrían pasado inapercibidas tantas luces, que debiendo ilustrar al mundo, se extinguieron sin cumplir la misión que Dios les había destinado.
Fuentes:
- Raed, José : Rosas. Cartas confidenciales a su embajadora Josefa Gómez.Edit.Humus.1972
- Doallo Beatriz Celina. El exilio del Restaurador.
- Castagnino Leonardo. La ley y el orden
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar
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Fuente: www.lagazeta.com.ar
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