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JUAN MANUEL DE ROSAS Y LA POSTERIDAD
“El General Rosas ocupa un vasto espacio, en el gran teatro de los negocios humanos. Su política y sus hechos, se han grabado hondamente en la atención del mundo. Sus bravos compatriotas, en la hora más infausta que registran las páginas de la historia de su país, fijaron en él la vista que los auxiliase, y lo aclamaron para que los aconsejase y dirigiese”.
“Con recursos de saber y patriotismo a la altura de las circunstancias, se puso a su frente. Con su genio y su energía estableció el orden, en medio del caos, y la seguridad y sosiego, en medio de la confusión y la anarquía. Sus esfuerzos para establecer y sostener el gran sistema Federal, identificaron su nombre para siempre con esa importante medida, formando uno de los más firmes cimientos sobre los que reposará en los tiempos venideros.
Con entereza más que romana, ha sostenido y defendido los derechos soberanos de su país, contra la agresión extranjera, hasta que esos derechos fueron honorablemente reconocidos y asegurados. El haber hecho esto con éxito feliz, es gloria bastante para un solo hombre. La historia imparcial no dejará de consignar fielmente los grandes hechos de su vida, tan llena de acontecimientos extraordinarios. La posteridad juzgará de de ellos por sus exitosos resultados, por las imponentes dificultades de los tiempos en que su protagonista se vio colocado; con justicia y veracidad inscribirá su nombre muy alto en a lista de aquellos grandes hombres que han quedado inmortalizados en la ancha e imperecedera página de la historia del mundo”
Al conocer estas palabras, algún incauto pensará que fueron dichas por algún fanático federal, o acaso por algún personaje tratando de ganarse la simpatía de Rosas. Nada de eso…las pronunció el cónsul estadounidense Williams A. Harris al dejar la legación de Estados Unidos ante la Confederación Argentina, en septiembre de 1851.
En su despedida ante el Ministro Arana, expresa que “Al cumplir este último acto oficial, que termina mis relaciones diplomáticas con este Gobierno, permitidme expresar, por conducto de V.E. al Ilustre Jefe, cuya política y sabiduría han enaltecido tanto su propia fama y la nombradía de su país, mi más cordial y profundo reconocimiento, por la invariable bondad y consideración que constantemente se ha dignado dispensarme”.
Poco antes de su retiro, Harris se ve obligado a informar que en caso de una agresión europea contra la Argentina, Washington se mantendrá prescindente, y a modo de disculpa expresa que “Bien conozco, Señor, cuan leal y sincera es esa política. Permitidme aseguraros que esta no son palabras de mera fórmula, sino expresión fiel de los sentimientos y deseos de un gobierno y de un pueblo, cuyas amistosas simpatías, y decidida opinión, siempre se alistaron a favor del heroico pueblo de la Confederación.”
Lamentablemente, estas últimas palabras no se mantendrían durante el conflicto de Malvinas en el año 1982.
Fuentes:
- Goñi Demarchi, Carlos A., Scala, Berraondo: "Rosas, Washington y Lincoln. Edit. Theoría
- Castagnino Leonardo. Juan Manuel de Rosas, Sombras y Verdades
- La Gazeta Federal: www.lagazeta.com.ar
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Fuente: www.lagazeta.com.ar
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