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ESTANCIA SAN MARTIN (o Estancia del Pino)
Estancia San Martin (o Del Pino), , actual museo Juan Manuel de Rosas
Partido de La Matanza, Prov. de Bs.As
(01) Reseña histórica
(02) Fuentes.
(03) Artículos relacionados.
Reseña histórica
La estancia del Pino se encuentra ubicada en el partido de La Matanza y es solar histórico desde 1942. Esta propiedad, con su edificio de fines del siglo XVIII, fue adquirida el 20 de abril de 1822 por la sociedad Rosas, Terrero y Dorrego, a la familia de Mercedes Saraza y José María del Pino, hijo del virrey de este apellido, quienes la poseían desde 1805, año en que Mercedes Saraza, por entonces viuda del capitán Francisco de Necochea, la compró a Felipe de Arguibel. Por esta época (siglo XVIII) se la denominaba estancia San Martín, por don Juan de San Martín, que anteriormente había levantado construcciones en sus predios, con carácter de intruso.
Al disolverse la sociedad Rosas, Terrero y Dorrego, don Juan Manuel la reservó para sí y volvió a denominarla "estancia San Martín".
Por sus buenos pastos y aguadas, Rosas sentía por ella particular estima. Formó allí un monte con miles de acacias blancas, paraísos, nogales, olivos y frutales diversos.
Después de Caseros, cuando el Director Provisional, Urquiza, liberó de la confiscación, momentáneamente, los bienes del Restaurador, el apoderado de éste, Juan Terrero, vendió la estancia a José María Ezcurra y Arguibel, cuñado de Rosas. La operación, por 2.000 onzas de oro, se realizó el 8 de noviembre de 1852.
Luego de la muerte de Ezcurra Arguibel, sus hijos dividieron la heredad, en 1876: el casco y 1.800 hectáreas fueron para Lorenzo Ezcurra y Alina Jolly Medrano.
En la actualidad queda de la vieja estancia el casco con un pequeño predio. Se conserva en él la habitación donde Rosas y Lavalle se entrevistaron el 16 de junio de 1829. Lucio V. Mansilla consigna:
"En su estancia del Pino son proverbiales las chanzas de que fueron víctimas muchos de sus amigos más apreciados. A uno que tenía miedo de las víboras, estando durmiendo la siesta bajo el pino, de donde la heredad traía el nombre, le puso una víbora muerta enroscada en el tobillo, y con una picana lo hincó, escondido detrás de una carreta. El huésped dio un brinco de dolor, y al ver la víbora casi se muere de susto... y Rosas reía hasta desternillarse".
Fuentes:
- Chávez, fermin. Juan Manuel de Rosas. Iconografía. Edit.Oriente.1970
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar
Ver notas relacionadas:
- Los Cerrillos.
- Palermo de San Benito.
- Cuartel de Santos Lugares.
- Agroindustria en el siglo XIX.
- Política agraria de Rosas
- El Restaurador de la Leyes.
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Fuente: www.lagazeta.com.ar
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