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INTERPRESTACIONES DE CASEROS
                          


Justo José de Urquiza

(01) El zorro en la trampa
(02) Las conferencias
(03) Bibliografía.
(04) Artículos relacionados.

Interpretaciones

En el terreno polémico referente a
Caseros los escritores asumen tres actitudes fundamentales, que responden exactamente a tres distintos puntos de vista sobre el caso Rosas.

Está en primer término la de los historiadores liberales y de la historia escolar argentina que enfoca toda la política rosista con el criterio de un partido vencedor, fundamentando y pensando con supuestos que van de la Amalia de Mármol al Facundo sarmientino. Está también la postura de los escritores marxistas, para quienes la política de Rosas fue la de un señor feudal rioplatense que se empeñaba en hacer la competencia al capitalismo europeo, o cuando mucho la de un hombre que resulta un enigma histórico que escapa al esquema de la dialéctica económica. Y está, en último término, la de quienes explican el caso Rosas sin esquemas presupuestos, partiendo sencillamente de los acontecimientos que se encadenaron en el Río de la Plata con posterioridad al año 20. (Chávez, Fermín. Vida y muerte de López Jordá. Edit. Theoría.p.30)

Para los ensayistas liberales clásicos, pongamos por ejemplo, Rosas se bloqueó a sí mismo y a sus cueros salados desde 1838 hasta 1849, por el solo gusto de crearse dificultades y para justificar una degollatina de doctores y periodistas unitarios; para ellos, la unidad del pueblo y de estancieros que apoyan al gobierno federal en ese entonces no puede ser aceptada en modo alguno, ya que de esa probada unidad de sentimientos no participaban los cultos señores unitarios aliados al extranjero. Por tanto Caseros viene a ser la “liberación" del país de las garras de un Tirano que se opone a la organización nacional a la ley escrita puramente por hacer la contra a los Rivera, a los Paz, Herrera y Obes, Paulino Soarez de Souza, Purvis, al rey Luis Felipe y a Florencio Varela. (Idem)

JUAN MANUEL DE ROSAS. La ley y el orden Para los marxistas no liberales la política del gobernador de Buenos Aires es un enigma, pues siendo el general Rosas un estanciero poderoso, el primer ganadero de la provincia es a la vez caudillo de las clases populares, en las que principalmente se apoya su poder. Caseros es para ellos el fin de un régimen ganaderil, logrado con la ayuda de los agentes del Progreso, llámense éstos Barón de Mauá, Buschental, Inglaterra o Francia. En definitiva, ambas posiciones, la liberal y la marxista coinciden en cuanto a la justificación de Caseros como triunfo del Progreso sobre la Barbarie. (Idem)

La verdad es que, como lo demostraron cabalmente sus consecuencias, Caseros significó la derrota de la resistencia americana frente al imperialismo internacional y las oligarquías nacionales extranjerizantes. A las pocas semanas del desfile de los ejércitos brasileños por las calles de Buenos Aires, los argentinos pudieron advertir quiénes eran los verdaderos ganadores de la batalla; luego, la división y la anarquía hábilmente explotadas por la diplomacia imperialista iban a lesionar mortalmente el frente común de nuestros pueblos que pugnaban por fortalecer su vieja estructura federal. Los hechos dieron la razón a don Juan Manuel y no al general del Pronunciamiento: la independencia paraguaya, la libre navegación de los ríos Paraná y Uruguay, y la mala traducción de una Constitución extranjera para superponerla como Carta Magna a la nación, son hechos que favorecieron solamente a potencias extranjeras no continentales y al expansionismo brasileño. Caseros echó por tierra la idea bolivariana y artiguista y anarquizó, las fuerzas morales que podían hacer posible la formación de nuestra propia personalidad histórica.

Rosas tuvo la suma del poder público y se negó en 1831 a la convocatoria de un congreso porque no quería ver nuevamente la anarquía con todos sus horrores. Pero esa verdad no quita esta otra:

Rosas defendió la soberanía interior de la nación a cualquier precio, es decir, defendió lo esencial contra lo formal representado por una ley escrita. ¿Cómo no comprender entonces las palabras de Juan Bautista Alberdi en su carta a Máximo Terrero, de 1863, escritas al pensar en los triunfadores de Pavón:

“¡Qué justificación solemne recibe con todo esto el general Rosas! Las faltas que han podido imputarse a su política se referían a las personas y a los intereses personales. Pero nunca introdujo en las instituciones fundamentales que conciernen a la integridad de la Nación y a su soberanía ínterior o exterior, ninguna de esas innovaciones sacrílegas con que estos demagogos, fatuos en su saber tenebroso, están despedazando los fundamentos de nuestra pobre República". (Ignacio Oyuela. Juan Bautista Alberdi, una conciencia anormal. Buenos Aires, 1920).

Nadie hasta 1863 había calificado a los doctores unitarios en la forma tan precisa en que lo hizo Alberdi mediante ese “fatuos en su saber tenebroso” dirigido a los vencedores de Caseros. Y Alberdi sabía lo que decía, como saben también lo que dicen algunos escritores de formación marxista que, como Víctor Guerrero, recuentan las consecuencias de Caseros conscientes de lo que las mismas fueron: “Desde 1852 hasta 1868 estallaron en las provincias argentinas 117 revoluciones y se libraron 91 combates, con un total de 4.728 muertos. Tal fue el fruto directo de la "democracia” impuesta en Caseros” (Victor Guerrero. Alem, historia de un caudillo. Buenos Aires. 1951)

Los federales que acuden a Caseros apoyando a Urquiza y que, como López Jordán, no están en condiciones todavía de apreciar lo que se jugará en esa batalla, lo hacen confiados en la política de don Justo, a quien conocen de cerca como militar organizador de la guerra contra Rivera y al que han escuchado expresiones de autentico americano muchas veces. En Caseros, López Jordán actúa como sargento mayor. Tiene treinta años y aún cree en Urquiza como federal y como hombre del Río de la Plata.

Bibliografía:

- Chávez, Fermín. Vida y muerte de López Jordán. Edit. Theoría
- Saldías, Adolfo. Historia de la Confederación Argentina. Eudeba. Bs.As. 1978
- Castagnino Leonardo. Juan Manuel de Rosas, Sombras y Verdades
- Rosa, José Maria. Historia Argentina. Editorial Oriente. Bs.As.
- Rosa, José Maria. Rosas y el Imperialismo - La caída. Offsetgrama. Bs.As. 1974.
- Federico de la Barra. La vida de un traidor. Emp.Reimpresora y Adm.de Obras Americanas. Bs.As.1915
- Obras citadas
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar

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Fuente: www.lagazeta.com.ar

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