01- La confesión
02- El mea culpa.
03- Fuentes
04- Artículos relacionados

La confesión.

En el año 1839 los adversarios políticos de Rosas se aprestaban a incendiar el país con tal de derrocar a Rosas, y no tuvieron prejuicios de aliarse a los franceses, cuyo pabellón flameaba en Martín García desde el año anterior.

La Traición a la Patria era confesada con el mayor desenfado por el propio Juan Bautista Alberdi, que el 28 de febrero de 1839, desde Montevideo, le escribía a sus amigos de Tucumán, Marco Avellaneda, B.Silva y S.Zavalía:

“El fin común y único es la tiranía de Rosas. Los elementos, los poderes reaccionarios que los hechos y la libertad han hecho aliados, son: el pueblo francés, el pueblo boliviano, el pueblo oriental, y el pueblo argentino también. Que, pues, ahora estos poderes aliados por los hechos se alíen también por una manifestación auténtica y solemne. La Francia está dispuesta. El estado Oriental está dispuesto. Importa sobremanera que las provincias del norte, y todas las de la República Argentina, retiren auténticamente de las manos de Rosas el poder de dirigir las relaciones exteriores de la república. Ustedes propongan lo que gusten, pidan lo que quieran, en la inteligencia que saldrán en todo contentos”.

Involucrar a “los pueblos” en una “manifestación auténtica", era una simple expresión de deseo de Alberdi, pues como lo demostraron los hechos, los pueblos de las provincias argentinas le hicieron un vacío lapidario al “ejercito libertador” de Lavalle, que invadía el territorio nacional bajo bandera francesa. En cuanto a los otros pueblos que nombra, no estaban ni enterados.

Respecto a la disposición de Francia, era cierta, aunque no le duró demasiado. Impotentes, los franceses se avinieron a firmar el tratado paz bajo las condiciones sostenidas por la firmeza de Juan Manuel Rosas.


El mea culpa.

Alberdi - en un comienzo enemigo de Rosas - comprende finalmente su error y trata de enmendarlo. Una verdadera honestidad intelectual de este hombre singular, que reconoce los méritos de su viejo adversario, sin rencores ni pasiones. Otros en cambio terminaron escribiendo una “historia oficial” totalmente tergiversada.

El 13 de marzo de 1866, hablándole a Terrero de su folleto “Crisis de 1866”...”Había una página en que parangonaba los gobiernos, o , más bien, las personas del general Rosas y del General Mitre, para hacer resaltar la enorme superioridad del primero.” ... y preocupado por la salud de Rosas ...”Hoy es necesaria su vida, no solo para ustedes y muchos amigos, sino para la historia y tal vez para el porvenir inmediato de nuestro País”.

En 1867 dice Alberdi...”Mi pasado político me gobierna un poco, pero él no me impedirá, llegada la oportunidad que ha de venir, de tributar a la justicia histórica, en obsequio de muchos títulos que le asisten a él, el testimonio público de mis convicciones a su respecto".

Alberdi dirá también que “Si se perdiesen los títulos de Rosas a la nacionalidad Argentina, yo contribuiría con un sacrificio no pequeño al logro de su rescate. Hablar de la expectabilidad de Rosas es hablar de la espectabilidad del país que representa”. J.B.Alberdi. Obras Completas, T.I. Bs.As. 1886.

“Yo fui enemigo, lo recuerdo con disgusto”. (Fragmento Preliminar al Estudio del Derecho)


Fuentes:

- Quesada Ernesto. La época de Rosas.t.V
- Castagnino L. Juan Manuel de Rosas. Sombras y Verdades.
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar
                          



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Fuente: www.lagazeta.com.ar