Santiago de Chile, 15 de setiembre de 1847

Señor Don Fermín Irigoyen:

Considero la paz irreparable, y hago ardientes, votos por la continuación de la guerra. La República Argentina no puede asistir a su deshonor recibiendo la ley del extranjero, sin renunciar a ser tan grande y poderosa como debe serlo. El espíritu y tendencia de las naciones europeas y, particularmente, de las que nos hacen hoy ¡a guerra con tanta iniquidad, es subdividir cuanto más puedan las secciones americanas para tener sobre ellas influencia poderosa, evitar así que aparezca otro nueva coloso como el de los Estados Unidos.

Treinta años de ausencia no han podido entibiar ese ardor argentino que me hizo abandonarla voluntariamente a los veintiuno para contribuir con mis débiles esfuerzos a la emancipación de esta parte de América... Tan luego como conozca los resultados de la negociación, ofreceré mis servicios al gobierno, y si los considerase útiles, marchar inmediatamente a ponerme a las órdenes del esforzado y magnánimo general Rosas, de ese argentino ilustre que con tanta dignidad y energía ha sabido sostener los derechos del honor nacional, sin arrendarse del poder de nuestros enemigos.

Eugenio Necohea.(1)

(1) Eugenio Necochea (1797-1868). Nació en Buenos Aires, Argentina, en el año 1797; hijo de Casimiro Francisco Necochea y María Mercedes Zaraza. Se casó, en segundo matrimonio, con Carmen Zazán y tuvieron hijos.

Después de hacer en Argentina la campaña de Santa Fé, pasó a Chile en 1817, incorporado en el ejército de Los Andes, como teniente del Escuadrón de Granaderos a Caballo. Hasta 1820 estuvo en prácticamente todas las acciones de guerra del periodo. En Chacabuco fue gravemente herido y en Cancharayada y Maipo tuvo fama de valiente. Recibió el grado de sargento mayor. Después hizo la campaña del Perú, en la que ascendió hasta coronel efectivo. En 1823 abandonó el Perú, después de haber obtenido el retiro absoluto del ejército y regresó a su país, Argentina, hasta el año 1836, en que regresó a Chile y se le nombró intendente de Chiloé. En 1837 fue reincorporado al ejército chileno, con el grado de coronel graduado de caballería. Desempeño distintos cargos en Chile. Fue testigo presencial del asesinato de Diego Portales, en junio de 1837. Publicó artículos en los diarios y un folleto al respecto. Murio en 1868


Fuentes:

- Irazusta, Julio: Vida política de Juan Manuel de Rosas.t.VI.p.166
- La Gaceta Mercantil, edición original del 15 de noviembre de 1847
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar

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